El lío de las prepagas (2da parte)

DURANTE LA SEMANA NOS FUIMOS A PASEAR POR CAPITAL. 
LA IDEA ERA PREGUNTAR POR EL LIO CON LAS PREPAGAS Y DE PASO VISITAR ALGUNOS DE LOS BONITOS MONUMENTOS QUE TIENE LA CIUDAD AUTONOMA: LAS CANCHAS DE FULBO, EL OBELISCO, EL TEATRO COLON REMOZADO, EL ROSEDAL, LA PLAZA DE MAYO Y EL CONGRESO (QUE HACE MESES  APROBO UNA LEY DE MEDICAMENTOS QUE NO PUEDE APLICARSE EN SUS VEREDAS).

Tempranito se había armado una reunión (que en realidad era para después del almuerzo, pero había apuro) entre los integrantes de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA, una de las tres entidades que agrupan a los laboratorios), la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), ASOFAR, la Cámara Argentina de Farmacias (CAF), la COFA y el Cole de Capital. 

Esta era la segunda reunión que se realizaba para resolver el conflicto surgido semanas atrás entre las prepagas y las farmacias capitalinas.

Previo a este encuentro, las autoridades farmacéuticas tuvieron dos días de intensas reuniones. Veamos.

El martes 12 de enero con todas las entidades representativas de las farmacias de capital, provincia de Buenos Aires y nacionales, donde se consensuaron medidas y las exigencias que se plantearían al día siguiente a las empresas de medicina prepaga, en una reunión solicitadas por las mismas.

Al otro día, en oficinas de la CAF, con toda la prensa aguardando, se realizó la bendita reunión entre los representantes de las prepagas y
las entidades farmacéuticas.

Durante la reunión, el sector farmacéutico (la CAF y  la Cámara de Farmacias Bonaerense) expresó con mucho detalle la problemática del sector y la gravedad del mismo.

Luego el presidente de ASOFAR anunció que CILFA se había comunicado con COFA y propuso la intervención de la Industria en el gerenciamiento de todos los prepagos, con un mecanismo similar al PAMI (la Industria firma los convenios y subcontrata a las entidades farmacéuticas). 

Una sonrisa iluminó la cara de los prepagos.
La Industria farmacéutica, decían, era necesaria.

La alegría les duró poco porque rápidamente los directivos farmacéuticos aclararon que esta convocatoria era para definir temas que atañen a los prepagos y a los prestadores, que el planteo vinculando a la Industria era para otra instancia  y que de ninguna manera la intervención de la industria iba a ser como tenedora del convenio. 

Que los firmantes del convenio serían las instituciones farmacéuticas.
Sobre todo porque lo que aquí se estaba exigiendo, entre otros puntos, era la firma de convenios con las entidades y la libre elección de farmacias por parte del afiliado.

Los directivos de las prepagas insistían que necesitaban más tiempo para analizar las propuestas y de la intervención de la Industria para garantizar cualquiera de los puntos exigidos.


Se les señaló que el conflicto tenía varias semanas, que las farmacias exigían respuestas inmediatas y que la medida anunciada solo podría levantarse con un compromiso de reducción de bonificación. 

En una primera propuesta las prepagas ofrecen medio punto. 
Se rechaza de plano esa oferta y se les requieren dos puntos como mínimo.
Luego ofrecieron un punto retroactivo a enero, pero solo para las farmacias que tenían bonificaciones superiores a 20 %.


Nuestro Colegio Provincial no acepta la propuesta, por la insignificancia del valor y el piso para la aplicación del beneficio.

Por un lado porque que implicaba que las farmacias del conurbano, mayormente, quedaran fuera del beneficio. 
Pero por otro lado, aceptando estas condiciones se dejaba pasar una gran oportunidad para reducir las bonificaciones sensiblemente y dejar de sacrificar nuestros honorarios.

Las empresas explican la imposibilidad de otorgar mas beneficios en ese momento, dado que los asistentes no tenían poder de decisión, ya que ellos habían  sido convocados a firmar una prórroga.

Luego de varios debates (que incluyeron al mismísimo Secretario de Comercio, Guillermo Moreno),  se procede a la firma de un documento con:

1) Un compromiso de las entidades farmacéuticas de no efectuar medidas de fuerza hasta el 12 de febrero
2) Un compromiso de las empresas a reducir en un 1% la bonificación a las farmacias con mas de 20 % de bonificación. 

El CFPBA no rubrica ese documento, pero si firma el compromiso para la reunión del 12 de febrero con los puntos expuestos al comienzo de la reunión:
 1.- Libre elección de la farmacia por parte del afiliado.
2.- Reducción de las bonificaciones a un máximo del 10%.
3.- Convenio con las Instituciones.
4.- No represalia contra ninguna farmacia.
5.- Plazos de pago de 15 días.
6.- Que todos los medicamentos sean dispensados por las farmacias de acuerdo con la ley 26.567 (es decir, todos los planes, oncológicos, crónicos, etc.)
7.- Normas de atención unificadas.


Esta semana se realizó un segundo encuentro con la Industria. 

Para eso fuimos a la Capi, a saber que había pasado.
Hay varios detalles interesantes para tener en cuenta:
1) Esta segunda reunión se hizo apenas una semana después de la otra, un detalle no menor, sobre todo sabiendo que la Industria siempre se toma su tiempo para volver a encontrarse y discutir estas cuestiones.
2) Varios operadores de la Industria farmacéutica dicen que las otras dos cámaras, CAEME y COOPERALA, cuestionan el rol de portavoz de CILFA. 

De los temas acordados en la agenda, no se trató mucho.
Sólo avanzaron sobre lo que importaba (a los presentes): la reducción de la bonificación.
Hablaron de una reducción de cuatro puntos: dos ahora y dos después.
(¿Para eso llamaron a la Industria?, ¡¿para pedirle tres puntos?!, los otros cinco puntos que se piden, ¿quién los pone?).

Más que una reunión política, parecen haber planteado cuestiones más técnicas.

Para avanzar en las negociaciones proponen trazar un mapa más preciso sobre los diferentes convenios de cada empresa y región y sus bonificaciones.

VAYAMOS POR UN CAFE

Aturdidos por tan terrible realidad nos fuimos a tomar algo en uno de los cafeces de la Capi.


Estábamos por pedir unos tostados y café en jarrito mientras discutíamos sobre la necesidad de avanzar en una reducción sensible en todas las bonificaciones.
De repente la conversa que se mantenía un par de mesas más atrás se nos hizo muuuuy interesante.


Dos jóvenes se tomaban un cafecito con dos señores que representaban a un laboratorio "tan grande como una marca líder de gaseosas" al decir de uno de ellos y se jactaba de la provisión vía Camoyte que se hacía desde su empresa.

Hablaban sobre la flamante licitación de vacunas antigripales en el PAMI, que justo había sido publicada en los medios nacionales un poco más temprano.

Una de las mujeres había estado revisando los costos con lo que se habían cotizado las vacunas en años anteriores y que "tenía los datos del Ministerio".

El otro señor acotaba que necesitarían además hacer una campaña de concientización en la población utilizando médicos de renombre.

Mencionaban costos de la operación y a que precio se podía calcular la aplicación de las vacunas.
Una de las mujeres preguntaba si se haría en vacunatorios, mientras que el hombre delgado y más alto decía que utilizarían sus farmacias a cambio de dos pesos de honorario por aplicación. Con eso se conformaban.

De acuerdo a los señores las vacunas iban a tener la misma cepa que las del año 2010.
Decía también que tenían asegurada la logística en pocos lugares del país y que las droguerías no querían asumir la responsabilidad de la distribución. 

Una de las chicas aportaba datos sobre cuantas vacunas había comprado el Estado Nacional en la campaña pasada: diez millones de dosis.
El otro señor decía que el dato era correcto, pero que  la aplicación fue de tres millones. 

Luego hablaron de un costo de 18 pesos (o dólares) por vacuna y antes de despedirse los señores señalaban que sería interesante, después de la campaña, que se incorporaran nuevos productos al vademécum actual que tiene la obra social. 
Pagaron y se fueron.

Así fue, algo de lo que tantas veces se habla en las tertulias farmacéuticas, se estaba produciendo en un cafe cerca nuestro.

Sería bueno que la cuestión se haya agotado en una típica charla de café entre los operadores de siempre y que los mecanismos de control, para licitaciones, compras y adjudicaciones, funcionen como corresponde.

Usted ¿qué opina? (abajo puede dejar su comentario) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario