ACORDARON UNA POSICION PROVINCIAL Y FUERON A DEFENDERLA.
LA CAPITAL Y SUS CAMARAS DE FARMACIA, A PESAR DE LO ACORDADO, FIRMARON OTRA COSA. SE ABRE UN NUEVO COMPAS DE ESPERA
Hace unas semanas atrás quedó en evidencia que el mecanismo de venta directa, con que algunos laboratorios nacionales (si, esos dos que le vinieron rápidamente a la cabeza) beneficiaban a algunas grandes, grandes farmacias (alrededor de dos mil en todo el país), se volvió un monstruo que la Industria no pudo controlar.
Gracias a estos megadescuentos estas farmacias han concentrado, entre otras cosas, el mercado de las prepagas (doscientos millones de pesos mensuales), pudiendo ofrecer a las mismas bonificaciones exorbitantes que pueden llegar hasta un 27 %.
De repente, los jugosos descuentos ofrecidos dejaron de satisfacer a los propietarios de las farmacias y comenzaron a imponer sus condiciones.
Una parte de la Industria se indignó por la presión, pero, ya se sabe, siempre hay otro laboratorio dispuesto a otorgar un mejor beneficio.
Y cuando el mercado se alborota, hay que ponerlo en línea rápidamente.
Sólo hacía falta una excusa, un disparador usando alguno de los conflictos siempre latentes que ofrece este mercado.
Semejantes bonificaciones, el aumento de costos fijos, la reducción de las condiciones comerciales y la renegociación del convenio PAMI abonaron el terreno para lanzar a la prensa el conflicto con las prepagas.
"Hay que PAMIZAR el convenio" decían los dirigentes de las megafarmacias.
"¡Vamos a un corte de servicios!" advertían a los cuatro vientos.
Finalmente a la puerta del corte, algunos dirigentes de segunda y tercera línea de las prepagas que argumentaban carecer de poder de negociación, ofrecieron un puntito de descuento como gesto.
Según algunas estimaciones cada punto de bonificación equivale a un millón trescientos cincuenta mil pesos (si, $1.350.000).
Para lograr una tregua y poder abordar el conflicto, la dirigencia farmacéutica y los empresarios comenzaron una ronda de reuniones.
Luego de un mes, las partes vuelven a reunirse, y la Industria (bueno, en realidad CILFA), sin inmiscuirse en la administración del convenio, se hace cargo del conflicto, analiza todos los números de la prestación, sacan acá, ponen allá, ofrecen grillas de aportes proporcionales a la cuota de participación en mercado y distribuye el verdadero aporte ($1.600.000) que hacen las prepagas (un esfuerzo equivalente a ¡$0.70 por afiliado!).
Esta disminución del 0.78 %, representó para algunas farmacias (con muuuy baja facturación y alta bonificación) una baja de hasta cinco puntos y aumento de bonificaciones para algunas megas(farmacias).
Con el avispero bien revuelto, dirigentes de las asociaciones propietarias de farmacias que habían prometido bajas y con farmacias que ahora deberán confiar en Farmalink para saber que bonificación tendrán que aportar, todo vuelve a su lugar.
Todo cambió para que nada cambie.
Las megafarmacias insurrectas a la sillita que les corresponde y los laboratorios de nuevo a venderles.
Los mal pensados de siempre creemos (sabemos) que igual le van a tirar algunos puntos en la venta directa para compensar el aumento de bonificación.
LA INTERNA
Hay un relato en varías partes que hemos realizado en este mismo espacio desde hace semanas. Cada crónica describe alguno de los encuentros que nos trajeron hasta aquí.
Los mal pensados de siempre creemos (sabemos) que igual le van a tirar algunos puntos en la venta directa para compensar el aumento de bonificación.
LA INTERNA
Hay un relato en varías partes que hemos realizado en este mismo espacio desde hace semanas. Cada crónica describe alguno de los encuentros que nos trajeron hasta aquí.
Esta semana, el miércoles 9 de febrero, se realizó uno de los más interesantes en la sede de la Confederación Farmacéutica Argentina.
La convocatoria del área de Prestaciones del Colegio provincial para esa reunión se envió directamente a varios presidentes de filiales, exponiendo la importancia del tema: "...definir la postura como provincia en su conjunto ante la inminente reunión del 10/02/11, fecha en que vence el plazo de prorroga acordado para la solución del conflicto".
Además de los dirigentes regionales, participaron representantes de las Cámaras de Farmacia y al mediar el encuentro se sumaron dirigentes farmacéuticos nacionales.
Como resultado del debate quedaba claro que tanto las entidades farmacéuticas, como las cámaras pedíamos, además de la reducción de las bonificaciones, la institucionalización de los convenios, para garantizar la apertura del padrón a todos los prestadores y todas las prepagas.
Pero una de las entidades (nuestro querido Colegio capitalino) resistía vehementemente la institucionalidad.
En el medio, los representantes de las megas (las nucleadas en la CAF, por ejemplo) pedían a gritos que no le saquen el punto ya otorgado y que la grilla reclamada ¡no le garantizaba una nueva baja de bonificación a sus farmacias!
El representante del gremio de los empleados de farmacias decía que como sector "...debíamos mantenernos unidos, porque si algún sector no obtenía beneficio de esta negociación, nunca mas se iba a incorporar a una medida".
Los dirigentes nacionales decían que si bien lo que proponía la Industria (reducciones en la bonificación aplicadas de acuerdo a una grilla con diferentes montos de facturación) no estaba muy claro, había que valorar el reconocimiento de las prepagas hacia las instituciones.
En medio del un arduo debate, las autoridades de la provincia y los propietarios bonaerenses, pedían "...condiciones que se adecuen a la realidad de la provincia de Buenos Aires, más descuentos e institucionalización inmediata y que la reunión con las prepagas debía llevarse a cabo el jueves tal como estaba acordado."
Esto último, era reacción al accionar de la Industria que había tratado de adelantar la reunión para esa misma tarde, un día antes de lo acordado con las prepagas y ¡al mismo tiempo que la dirigencia farmacéutica debatía en la COFA!
La dirigencia nacional de las entidades farmacéuticas (COFA, FACAF y ASOFAR, entre otros, prometieron llevar a cabo lo que las bases indicaran, aunque estaba bien claro que algunos se mostraban más deseosos de firmar que otros.
El colega Germán Paggi propuso que la dirgencia intermedia provincial se retirara para que escribieran la contraoferta y acordaran la grilla de bonificaciones, que no satisfacía a la mayoría de los presentes.
Horas mas tarde se redacta un documento con una contrapropuesta rubricada por todos, dirigentes capitalinos y provinciales. Los nacionales (COFA, FACAF y CAF) la llevan a CILFA, donde la industria aguardaba junto con las prepagas, más allá de las 19.00 hs.
Cerca de las 20, empezaron los teléfonos a sonar.
Al parecer la Industria estaba presionando para la firma y firmaron.
Fuera de lo acordado, las entidades FACAF, ASOFAR, CAF y el Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal firmaron ese mismo día de la reunión en COFA, pero a las 22 hs.
Fuera de lo acordado, las entidades FACAF, ASOFAR, CAF y el Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal firmaron ese mismo día de la reunión en COFA, pero a las 22 hs.
LA CONTRAPROPUESTA
Al día siguiente, 10 de febrero, se mantuvo la reunión pactada semanas antes entre las entidades representativas de las farmacias y directivos de las empresas de medicina prepaga, en la sede de CILFA.
Las entidades farmacéuticas provinciales sostuvieron la propuesta emanada de la reunión en COFA realizada el día anterior.
Como toda respuesta las empresas de medicina prepaga sólo ofrecieron una exigua baja en la bonificación y la conformación de una comisión de seguimiento cuyas atribuciones estarían muy limitadas.
El comunicado enviado por las autoridades provinciales el día de hoy indica los puntos más relevantes del ofrecimiento de las empresas de medicina prepaga:
1) La reducción promedio de la bonificación propuesta fue tan sólo de un 0.78%.
2) Dejaron sin efecto la baja de la bonificación del 1% otorgada el mes de enero.
3) La reducción de las bonificaciones impactará de manera diferente en cada farmacia, ya que será aplicada en función de la participación de la facturación que cada farmacia tiene respecto del mercado de prepagas.
4) El cálculo de las bonificaciones para cada farmacia surge de un mecanismo arbitrario, poco claro e inentendible.
5) El impacto de la reducción, no pudo ser analizada en detalle, dado que no fue suministrada la información requerida para ello.
6) La farmacia conocerá el nuevo valor de bonificación que le corresponde aportar, a partir de la comunicación que efectúe la prepaga oportunamente.
7) La incorporación de farmacias al padrón de prestadores no fue garantizada, y quedaría sujeta al análisis de la comisión de seguimiento y al criterio empresarial de cada prepaga.
8) La institucionalización de los convenios tampoco fue avalada, y quedaría limitada a la evaluación de las normas de atención.
Es demasiado pronto para evaluar las consecuencias de estas negociaciones, sobre todo, luego de la conducta de las entidades que firmaron antes de la reunión pactada y de la gran difusión que dieron a una falsa noticia.
Lo que en boca de muchos dirigentes capitalinos parecía un "momento histórico", terminó convirtiéndose en otra muestra de la debilidad de nuestro sector.
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