NO ALCANZA CON EL TITULO UNIVERSITARIO PARA PODER LLEVAR ADELANTE NUESTRAS FARMACIAS, ADEMAS DE ESTAR ACTUALIZADOS EN LAS NUEVAS TECNOLOGIAS QUE ACECHAN NUESTROS MOSTRADORES, NECESITAMOS ALTOS ESTUDIOS ECONOMICOS PARA ADMINISTRARLAS. TOMEMOS POR EJEMPLO LA DIFICIL TAREA DE ARMAR LOS PAGOS (QUE EXIGEN UNA ENORME CUOTA DE FE EN QUIENES HACEN LA LIQUIDACION) Y LA COMPRENSION DE LOS CONVENIOS QUE FIRMAN NUESTRAS AUTORIDADES, ALGUNOS MUY BENEFICIOSOS Y OTROS NO TANTO. CUANDO SE TRATA DE ELEGIR MODELOS DEBEMOS PENSAR QUE NOS CONVIENE, COMO Y CUANDO. LO QUE SUCEDE CON LAS INSULINAS ES UNO DE ESOS CASOS.
Hablemos de las insulinas en el modelo que nos ofrece IOMA / MEPPES.
Hasta hoy lo que cobramos por cada receta de insulina es un honorario fijo de $36.
Este valor fue establecido en el año 2003 y en ese entonces representaba el 20% del PVP promedio, un monto apetecible en aquel entonces.
Hoy ese honorario representa un 7,2% del PVP promedio actual.
Tanto en aquel entonces como ahora, los beneficios de ese monto son relativos porque lo que nos pagan por insulina se descuenta de la misma cápita de los medicamentos que dispensamos por MEPPES.
Comparando los valores que percibimos por insulina ($36) son ciertamente mejores que los que recibimos por MEPPES ($13), sin embargo esa diferencia a favor del mejor honorario se produce gracias a la reducción del otro.
Actualmente el pago total de un mes de IOMA / MEPPES asciende a los $500.000. Esta es la cápita de allí se pagan insulinas y medicamentos.
Actualmente se dispensan aproximadamente 6.000 recetas de insulina, si multiplicamos la cantidad de recetas por el honorario de $36 obtendremos un monto de $216.000.
Los restantes $284.000 se destinan al pago de los medicamentos .
En MEPPES nuestro honorario es el resultado de dividir la cápita que el IOMA paga por la dispensa de medicamentos (los $284.000 restantes) por la cantidad de recetas de cada mes.
Con el tiempo la cantidad de recetas creció un 121% mientras la cápita fijada en aquel entonces, se mantuvo prácticamente igual.
El resultado obvio fue la desvalorización de nuestro honorario en el tiempo, con el agravante de que el valor fijo de $36 estipulado para insulinas, se descontaba de la misma cápita.
Por eso hoy estamos en $13 por receta de Meppes/Medicamentos.
Este esquema tenía algunos beneficios, al disminuir el capital invertido, intentaba evitar la concentración de la dispensa en pocas farmacias.
Con el tiempo se crearon vicios en el circuito (el dirigismo es uno de ellos), y la concentración del trabajo siguió aumentando.
El MEPPES resultó un circuito de comercialización irregular de insulinas porque las farmacias se veían obligadas a proveerse en una sola droguería, pero además resultó nocivo para la cadena de comercialización, ya que retirar cada vez más medicamentos de las droguerías, contribuyó a que éstas se vieran obligadas a realizar ajustes en sus cuentas y utilizaran a las farmacias como la variable de ese ajuste. Recordemos la disminución en dos puntos que realizaron a mediados del 2007.
Con este panorama las nuevas autoridades provinciales farmacéuticas requirieron al IOMA la actualización de lo que percibimos por cada dispensa.
La propuesta elevada al IOMA, ya tuvo una respuesta por parte de las autoridades del Instituto y el nuevo monto tiene un valor promedio por receta que rondaría los $60.
Es un valor actualizable ya que se encuentra directamente vinculado al PVP del medicamento dispensado.
Debemos tener en cuenta que lo que cada farmacéutico va a cobrar depende del valor de la receta que se dispensa, de acuerdo a una tabla definida a tal efecto (son cortes en relación al precio del medicamento), a mayor valor, menor es el porcentaje percibido.
Ahora bien, esta propuesta se complementa con la posibilidad de sacar las insulinas del Plan MEPPES y recuperarlas en el Ambulatorio.
Es un nuevo modelo que le proponemos analizar.
¿Que pasaría si las insulinas volvieran al Plan Ambulatorios?
Las farmacias deberían comprar las insulinas en su droguería habitual y recibir por la dispensa un valor proporcional al PVP de la insulina que se está dispensando y debería ser superior al honorario actual.
La primera pregunta que surge es, si el nuevo esquema podría resultar más beneficioso que el anterior, teniendo en cuenta el capital arriesgado.
A primera vista podríamos suponer que con el modelo anterior todo resultaba más fácil, sin agrandar nuestras cuentas con la droguería percibíamos un honorario fijo, pero ese pago fue decreciendo en el tiempo, como ya vimos.
La posibilidad de mantener aquel esquema, con un nuevo mecanismo que nos permita actualizar nuestros honorarios, parece cada vez más lejana luego de la decisión de IOMA de sacar del plan MEPPES a las insulinas.
Además las autoridades provinciales actuales consideran que sacar las insulinas de MEPPES puede oxigenar el canal, dinamizando la cadena de comercialización y otorgándole a las farmacias mejor poder de compra.
Un beneficio aparte recibe el afiliado dado que se acortaran los tiempos de dispensa.
Sin embargo, a pesar de los beneficios potenciales, existe el temor de que las farmacias pequeñas y medianas vean afectadas sus cuentas con las droguerías y, pensando en la rentabilidad de sus oficinas, consideren utilizar esos fondos en otros medicamentos de mayor margen y cedan la dispensa de las insulinas a farmacias con mayor poder de financiación.
Por esa razón quienes llevan adelante las negociaciones creen imprescindible brindar opciones para el financiamiento de la compra de insulinas en las droguerías, de manera que disminuya el impacto financiero en las farmacias y evite la concentración.
Conociendo los tiempos de pago de la Seguridad Social, podríamos preguntarnos sobre los beneficios de este nuevo modelo.
Si la financiación estuviera garantizada, Usted ¿que modelo preferiría?
¿Cree que las instituciones vinculadas a nuestras farmacias (droguerías, CAFAR, colegio provincial) deberían financiar el nuevo modelo?
¿Usted que opina?
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