¿Quién pone los 120 palos?






DEBERES PARA SEMANA SANTA: (¿O USTEDES PENSABAN IRSE DE VIAJE A LLENAR CRUCIGRAMAS, COMER ASADO, TIRAR EL MEDIO MUNDO EN EL MUELLE Y LISTO? NO QUERIDOS, NUESTRO PAIS NO PARA DE BRINDARNOS ALEGRIAS SOBRE TODO EN LAS VACACIONES) PENSEMOS EN PAMI Y EN LA DECISION DE PRESIDENCIA DE LA NACION DE OTORGAR NUEVOS BENEFICIOS A LOS JUBILADOS


Ayer martes 30 de marzo (Día de San Julio Álvarez, presbítero y mártir, que en la cruel persecución religiosa atestiguó con su sangre su fidelidad a Cristo Señor y a su Iglesia) la Presidenta de la Nación anunció que los jubilados serían beneficiados con un aumento en la cobertura del PAMI.
Trece drogas que involucran a 241 productos tendrán una cobertura del 80%.
El PAMI deberá pagar 120 millones de pesos más por la nueva cobertura.
¿Nosotros también?

Los jubilados lloraban de la emoción.
Nosotros también.

Tratamos de explicarle a quienes nos veían que las lágrimas no eran precisamente de emoción y que si bien nos alegrábamos por los abuelos, muy en el fondo nos preguntábamos: ¿ahora quién podrá ayudarme?

Ahora en serio.
Nos hacemos algunas preguntas para llevarnos a la playa, el río, el casino y la montaña.
1) Los asesores de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), entidad que firmó el convenio en representación nuestra, ¿no sabían nada sobre este tema?
2) Las autoridades de la COFA ¿no mantuvieron reuniones previas con la Obra Social para interiorizarse sobre la decisión?
3) Si sabían, ¿por qué no adelantaron nada?
4) Si sabían, ¿pensaron en mecanismos que alivien el impacto económico de semejante medida en nuestras farmacias?
5) Si pensaron en mecanismos de financiamiento, ¿con quién se reunirán? ¿bancos, entidades financieras, instituciones farmacéuticas? ¿Se encomendarán a San Julio Alvarez?
6) Ahora que ya lo saben, ¿se reunirán con la Industria exigiendo una medida a favor de las farmacias como aumentar el porcentaje de la NAF hasta salvar el costo del medicamento aunque sea?

La semana pasada los colegas de Mar del Plata realizaron un comentario en esta página:
"El viernes 12 de marzo vinieron a Mar del plata los presidentes de COFA y Colegio. Se llevaron una petición por escrito solicitando que el pago de la NAF (primer nota de crédito) sea incrementado al valor del costo de la dispensa.
A los colegios que estén interesados en apoyar este movimiento soliciten al colegio de Mar del Plata mas información. Juntos podemos" (se puede ver el original aquí).

Pocos días después esa petición ha sido desbordada por esta nueva realidad.

Como ciudadanos podemos recibir la buena nueva que seguramente afectará a parte de nuestras familias.
Como financiadores de la seguridad social debemos preguntarnos que parte de esos 120 millones de pesos recaerán sobre nuestros bolsillos.

¿Usted qué opina?

(Estimados colegas, para expresar vehemencia o enojo no es necesario ofender a ningún colega. Aunque tengan razón, los comentarios de este tenor no serán publicados por razones legales y éticas).
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...y con esto ¿qué hago?

HUBO UNA EPOCA EN QUE RECIBIAMOS UNA SOLA NOTA DE CREDITO PARA LA DROGUERIA ELEGIDA POR LA FARMACIA. DESPUES LLEGARON LAS NOTAS DE CREDITO DIRECTAS PARA LOS LABORATORIOS QUE NADIE NOS TOMABA Y CON VALORES TAN MARGINALES QUE LAS GUARDABAMOS EN UNA CARPETA PARA LUEGO HACERLAS UN BOLLO Y TIRARLAS A LA BASURA. LA INDIGNACION, EL TEMOR A UN TUMOR POR TANTA MALA SANGRE TERMINABA POR HACERNOS OLVIDAR EL TEMA Y LISTO. PERO EN EL ULTIMO PAGO DE PAMI LA COSA SE COMPLICO: SON MAS NOTAS, MAS LABORATORIOS Y MAS DE NUESTROS HONORARIOS PARA DESCARTAR.

Es típico, viene un paciente de PAMI que tiene escaras y nos pide una silicona de uso tópico. Le damos una silicona en aerosol, por ejemplo. Al tiempo, por esa prestación recibimos una nota de crédito para ese laboratorio. Cuando hacemos la reposición en nuestra droguería habitual encontramos que no nos descuenta esa nota de crédito en la cuenta corriente

Como no tenemos cuenta con el laboratorio productor, ¿qué hacemos?

1) Podemos abrir una cuenta con ese laboratorio que, para recibirnos la nota de crédito, nos obliga a comprarle un monto mínimo que supera ampliamente el importe de la nota de crédito con productos que usualmente no se dispensan en nuestra farmacia.

Pero igual, aunque tengamos cuenta en ese laboratorio, a veces tampoco nos toma la nota de crédito y a pesar de contar con crédito de sobra (juntando toooodos los papelitos), no las podemos descontar en ninguna droguería.

2) Llamamos al Colegio y preguntamos: ¿...y qué hago con esto?

Como los montos de estas notas de crédito son cada vez mayores y el horno no está para bollos, reclamamos, lo comentamos con otros colegas y nos enteramos que es un problema que ya tiene varios años y se agrava cada vez más.

En el 2003 a las droguerías les pasó algo parecido, luego la Industria Farmacéutica decidió hacerse cargo de la deuda con el compromiso de solucionar este problema.

Como eso nunca sucedió, a pesar de la enorme cantidad de cartas documento y de la notificación a los actores en juego, el hilo se cortó por lo más fino y la Industria frente a la presión decidió utilizar a las farmacias como variable de ajuste una vez más.

Hoy la deuda que reclaman las droguerías por este tema se acerca a los seis millones de pesos.
Ya en noviembre del año pasado algunos dirigentes de ADEM, la asociación que nuclea a las droguerías más importantes, advertían sobre este conflicto. Desde ese entonces la deuda creció un 50% y nadie pareció advertir la importancia del reclamo.

Cuatro meses después las farmacias deben pagar de sus bolsillos la falta de previsión o de acuerdo de los responsables del convenio: la Industria Farmacéutica, la Confederación Farmacéutica (COFA), las Cámaras de farmacia, la Asociación de farmacias sindicales y la distribución.

Como ejemplo se puede decir que la emisión global de notas de crédito de laboratorios que recibimos las farmacias en enero, fue cuatro veces mayor que las recibidas en diciembre.

Como usted sabe las notas de crédito que recibimos de Farmalink, por las dispensas que hacemos a los afiliados de PAMI, se las entregamos a nuestra droguería habitual para hacer la reposición. La droguería hace lo propio, le entrega esas notas de crédito al laboratorio para recibir medicamentos por ese valor.
Pero el problema se agudizó cuando cerca de treinta laboratorios decidieron no darle más crédito a las droguerías por esos documentos.

Frente a esta situación las droguerías hacen el reclamo y como toda respuesta la Industria derivó esas notas de crédito a nuestras farmacias.

Es interesante la opinión de nuestra COFA.

En una comunicación oficial, nuestra institución nacional dice que: "Ante esta situación producto de una decisión inconsulta de la Industria que a todas luces transgrede las normas del convenio al no respetar el canal autorizado por la farmacia, que es la droguería designada, hemos iniciado un urgente y enérgico reclamo ante la Industria para revertir las notas ya emitidas y evitar futuras situaciones similares" y sugiere a las farmacias que deje de dispensar los productos de una lista de laboratorios para que no sufran más estos inconvenientes tan dolorosos (es una ironía, claro).

Entonces, ¿era necesario llegar a esta instancia?

Rápidamente podemos concluir que la Industria ya cobró por lo vendido, las droguerías por lo que distribuyó, el paciente se llevó su medicamento y nosotros seguimos esperando que alguien nos pague lo que ya dispensamos.

Vale la pena aclarar que antes la mayoría de lo que dispensábamos en nuestras farmacias a los pacientes de PAMI se hacía por el Plan Ambulatorio, lo que exigía un copago por parte del afiliado de alrededor del 50%, con lo cual se nos facilitaba cubrir la droguería.

Pero desde la aparición de la Resolución 337 la dispensa fue migrando a este Plan que tiene una cobertura del 100%.

Al recibir la nota de crédito con un diferimiento de casi cuarenta días, la farmacia agota la cuenta corriente con su droguería antes de que se emita la nota de crédito correspondiente.

Además existe otro agravante, que las notas de crédito no se emiten de una vez, salen en dos tiempos: primero una de 30% aproximadamente y luego el resto.

Así nos alejamos cada vez más de poder cubrir el costo del medicamento en la condición que las farmacias tienen habitualmente con su droguería... y si con las notas de crédito no podemos hacer nada, ¿qué hacemos?

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Farmacéuticos en la atención primaria


LA PROFESION FARMACEUTICA ESTA CAMBIANDO. LA MODIFICACION DE LA LEY 10.606 EN EL 2003 REVALORIZO LAS OFICINAS DE FARMACIA, PERO TAMBIEN ENFRENTO A LOS NUEVOS COLEGAS A EJERCER SU PRACTICA PROFESIONAL EN NUEVOS ESPACIOS. LA GESTION PUBLICA OFRECE ALTERNATIVAS LABORALES DE GRAN IMPACTO SANITARIO Y DESARROLLO PROFESIONAL. HABLEMOS DE NUESTRAS MUNICIPALIDADES Y SUS FARMACEUTICOS.

Desde siempre nuestro Colegio impulsó la inclusión de los farmacéuticos en aquellos programas sanitarios y centros de atención donde se manejan o dispensan medicamentos.
En sintonía con esa propuesta en el año 2004 la Farm. Patricia Rivadulla comenzó a desarrollar desde el área de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP el "Rol del farmacéutico en la Atención Primaria de la Salud".

Fue un proyecto en progreso en el que realizaron distintos trabajos de campo para evaluar las enfermedades prevalentes, los tratamientos prescriptos y los recursos en medicamentos de los cuales se disponía. Ahora se convirtió en algo real.

Con el respaldo de nuestra filial la Colega Rivadulla propuso un plan de trabajo a la Municipalidad de La Plata, en esa presentación se demostraba que es el profesional farmacéutico y no otro, el que puede garantizar el uso racional del medicamento.

Entrevistamos a Patricia Rivadulla para conocer mejor este modelo de trabajo que podría ser promocionado en el resto de los municipios de la provincia. Hoy ese proyecto se conoce como Unidad Municipal de Administración y Distribución de Medicamentos (UMAD).

El Comprimido: ¿Cómo funciona la UMAD?
Patricia Rivadulla:
Lo que hacemos es distribuir los medicamentos que llegan desde distintos programas de asistencia sanitaria a la población de menores recursos (ya sean nacionales o provinciales) de acuerdo al número de prestaciones y a la necesidad específica de cada centro, así podemos disminuir la cantidad de medicamentos vencidos, optimizando el uso del recurso y garantizando la calidad de la dispensa.

El Comprimido: ¿Funciona como una farmacia comunitaria?
Patricia Rivadulla:
No, no tenemos habilitación como farmacia y no lo somos. Se tendría que llamar depósito de farmacia, pero es un error común en varios municipios que identifican el almacenamiento y distribución de medicamentos con la farmacia.
Nosotros hacemos seguimiento de los tratamientos para garantizar que se cumplan y lograr el mayor impacto sanitario. A veces teniendo el medicamento el paciente no cumple con el mismo, por eso debemos realizar estos controles. También hacemos una gestión sobre el Plan Remediar con los mismos objetivos: redistribuir los medicamentos de acuerdo a las necesidades terapéuticas.

El Comprimido: ¿Quines forman parte de la UMAD
Patricia Rivadulla:
En principio era yo sola, pero debido a la importancia que ganamos en el equipo de salud, fueron nombrados tres colegas: dos farmacéuticas y un farmacéutico, con los cuales hemos emprendido el seguimiento de varias patologías logrando, por ejemplo, nominalizar y monitorear a las embarazadas tratadas en la atención primaria.

El Comprimido: ¿Cómo evalúa los resultados del proyecto?
Patricia Rivadulla:
Es interesante ver como otras municipalidades están incorporando farmacéuticos a sus equipos de salud. Si bien nosotros no fuimos la primer UMAD (había una en Mar del Plata y otra en Florencio Varela), a partir de nuestra experiencia logramos repicar este modelo de trabajo en el interior de la provincia, generando trabajo para nuevos colegas y lograr la defensa de nuestras incumbencias profesionales.

El Comprimido: ¿Es un proyecto costoso?
Patricia Rivadulla:
No, requiere un lugar donde almacenar los medicamentos y metodología de seguimiento, una PC y conexión a internet. La idea es brindar este conocimiento adquirido a las nuevas UMADs que se vayan creando.

El Comprimido: Sabemos que va a participar en la próxima edición del Consejo de Salud Provincial (COSAPRO), ¿como ? Patricia Rivadulla: Si, vamos a presentar nuestro trabajo como modelo de gestión debido a la gran cantidad de consultas que hacen los municipios de la provincia. Para nosotros es importante afianzar este modelo de trabajo para promover y defender la inclusión de los farmacéuticos en los equipos de salud de la atención primaria.

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Nosotros y los miedos


TODOS LOS DIAS CUANDO ABRIMOS LA FARMACIA VUELVEN LOS MISMOS MIEDOS: QUE NOS HAYAN ROBADO, QUE LA PC NO PRENDA O TENGA UN VIRUS, QUE NO LLEGUE EL PEDIDO O QUE NO TENGAMOS INTERNET. HAY OTROS QUE PARECEN MENOS TERRIBLES, PERO NOS PUEDEN ARRUINAR UN BUEN DIA. LOS EMBROLLOS PARA ATENDER A LOS PACIENTES DE LA SEGURIDAD SOCIAL. AQUI MOSTRAMOS ALGUNOS DE LOS MAS FRECUENTES.

Hace un año comenzamos a ofrecer a los colegas una Mesa de ayuda de Obras Sociales para que pudieran consultar sobre los problemas más frecuentes en sus farmacias: normas de atención, facturación, procedimientos y requerimientos (escaneos y fotocopias, por ejemplo) de la obras sociales, mayormente IOMA y PAMI.

Funciona de 8 a 16hs. con tres empleados, un 0800 (que es un número gratuito) y la supervisión de una farmacéutica.

Es un modelo simple que facilita el trabajo en nuestros mostradores, fortalece la relación con nuestras filiales y alivia las consultas en el Colegio provincial.

Como el mercado se hace cada vez más complejo, es necesario actualizar la información cotidianamente, para ello es necesario nutrirse con la información que generan las instituciones farmacéuticas, pero también con los datos que recoge la filial mediante consultas a las empresas que participan en el sector.

Además de representar un servicio a los colegas, las Mesas de ayuda también son una fuente de información que nos permiten reconocer las dificultades, compartir esa información y encontrar respuesta a esos problemas que se reiteran diariamente en las farmacias.

Aquí compartimos un ranking de aquellos temas sobre los que se realizan la mayor cantidad de consultas:

1) Coberturas y descuentos en aquellas obras sociales cuyo carnet no indica claramente el Plan o el porcentaje de descuento que corresponde al afiliado que estamos atendiendo: muchas veces nuestros pacientes olvidan o no tienen claro o han cambiado sus planes de cobertura. En todos los casos aparecen nuestros problemas. Muchas Obras Sociales entregan a sus pacientes una identificación que posee poca información sobre su cobertura. En esos casos la única manera de conocer toda la verdad es... descartar algunos planes hasta llegar al correcto! Está claro que es una tarea imposible cuando hay pacientes esperando. Todo sería más simple si contáramos con un buen padrón o las empresas entregaran a sus beneficiarios un carnet más detallado.

2) Validación por distintos validadores: y bueno, a la hora de elegir siempre es recomendable usar el de nuestro Colegio provincial, pero condicionados por la conectividad de nuestro barrio y porque si no funciona tenemos que usar el de IMed. El problema aparece cuando atendemos una obra social local o un convenio particular que tiene un validador propio y exclusivo. Tenemos que salir del sistema de administración y usar la página
de esa empresa, ideal para los días de turno y con gente en la calle esperando que los atendamos.

3) Presentación, cierre de lotes y su preparación: siempre sobre la hora, no? A la hora de cerrar
de cerrar las obras sociales comienzan las dudas sobre... ¿a que plan corresponden las recetas que tenemos?

4) Reclamos de aquellas recetas de IOMA y PAMI que se gestionan vía CAMOyTE: las mayores obras sociales no nos facilitan nada.
Cada vez son más las llamadas referidas a este tema. Cuando no llegan los medicamentos por el plan MEPPES, el reclamo resulta cada vez más tedioso y complicado ( al CAMOyTE o a la drogueria asignada) por eso recurrimos cada vez más a la mesa de ayuda.

5) El medicamento que nos pide nuestro paciente por PAMI, ¿entra en el listado de moléculas del CAMOyTE?: todos sabemos donde consultar, pero resulta un trámite muuuuy engorroso revisar tantos listados en la página de la COFA.

6)
El medicamento prescripto en un recetario de IOMA crónicos, ¿está en el listado de patologías crónicas?: otra vez sopa.

7) Este medicamento de IOMA, ¿es de uso normatizado?: otra vez sopa, otra vez.

8) Identificación de planes según autorización en IOMA: cada vez nos resultan más confusos los números de las resoluciones. Nuestro disco rígido mental se está agotando.

9) Tratamiento de las recetas de PAMI (la 337, mixtas, ambulatorio común y otras que Dios y la Industria proveerán): acá, mientras validamos o llamamos para consultar, pensamos, ¿por qué no habré elegido otra profesión?

10) Tipos de recetarios según obra social: para terminar, otra perlita, llamamos y preguntamos "¿otra vez cambió?"

¿Usted cree que estas iniciativas facilitan nuestro trabajo frente a la burocracia o la carga administrativa en la que estamos inmersos?

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Convenios: IOMA/MEPPES y las insulinas

NO ALCANZA CON EL TITULO UNIVERSITARIO PARA PODER LLEVAR ADELANTE NUESTRAS FARMACIAS, ADEMAS DE ESTAR ACTUALIZADOS EN LAS NUEVAS TECNOLOGIAS QUE ACECHAN NUESTROS MOSTRADORES, NECESITAMOS ALTOS ESTUDIOS ECONOMICOS PARA ADMINISTRARLAS. TOMEMOS POR EJEMPLO LA DIFICIL TAREA DE ARMAR LOS PAGOS (QUE EXIGEN UNA ENORME CUOTA DE FE EN QUIENES HACEN LA LIQUIDACION) Y LA COMPRENSION DE LOS CONVENIOS QUE FIRMAN NUESTRAS AUTORIDADES, ALGUNOS MUY BENEFICIOSOS Y OTROS NO TANTO. CUANDO SE TRATA DE ELEGIR MODELOS DEBEMOS PENSAR QUE NOS CONVIENE, COMO Y CUANDO.

LO QUE SUCEDE CON LAS INSULINAS ES UNO DE ESOS CASOS.



Hablemos de las insulinas en el modelo que nos ofrece IOMA / MEPPES.

Hasta hoy lo que cobramos por cada receta de insulina es un honorario fijo de $36.
Este valor fue establecido en el año 2003 y en ese entonces representaba el 20% del PVP promedio, un monto apetecible en aquel entonces.


Hoy ese honorario representa un 7,2% del PVP promedio actual.


Tanto en aquel entonces como ahora, los beneficios de ese monto son relativos porque lo que nos pagan por insulina se descuenta de la misma cápita de los medicamentos que dispensamos por MEPPES.


Comparando los valores que percibimos por insulina ($36) son ciertamente mejores que los que recibimos por MEPPES ($13), sin embargo esa diferencia a favor del mejor honorario se produce gracias a la reducción del otro.


Actualmente el pago total de un mes de IOMA / MEPPES asciende a los $500.000. Esta es la cápita de allí se pagan insulinas y medicamentos.


Actualmente se dispensan aproximadamente 6.000 recetas de insulina, si multiplicamos la cantidad de recetas por el honorario de $36 obtendremos un monto de $216.000.


Los restantes $284.000 se destinan al pago de los medicamentos .


En MEPPES nuestro honorario es el resultado de dividir la cápita que el IOMA paga por la dispensa de medicamentos (los $284.000 restantes) por la cantidad de recetas de cada mes.


Con el tiempo la cantidad de recetas creció un 121% mientras la cápita fijada en aquel entonces, se mantuvo prácticamente igual.
El resultado obvio fue la desvalorización de nuestro honorario en el tiempo, con el agravante de que el valor fijo de $36 estipulado para insulinas, se descontaba de la misma cápita.


Por eso hoy estamos en $13 por receta de Meppes/Medicamentos.


Este esquema tenía algunos beneficios, al disminuir el capital invertido, intentaba evitar la concentración de la dispensa en pocas farmacias.
Con el tiempo se crearon vicios en el circuito (el dirigismo es uno de ellos), y la concentración del trabajo siguió aumentando.
El MEPPES resultó un circuito de comercialización irregular de insulinas porque las farmacias se veían obligadas a proveerse en una sola droguería, pero además resultó nocivo para la cadena de comercialización, ya que retirar cada vez más medicamentos de las droguerías, contribuyó a que éstas se vieran obligadas a realizar ajustes en sus cuentas y utilizaran a las farmacias como la variable de ese ajuste. Recordemos la disminución en dos puntos que realizaron a mediados del 2007.


Con este panorama las nuevas autoridades provinciales farmacéuticas requirieron al IOMA la actualización de lo que percibimos por cada dispensa.
La propuesta elevada al IOMA, ya tuvo una respuesta por parte de las autoridades del Instituto y el nuevo monto tiene un valor promedio por receta que rondaría los $60.
Es un valor actualizable ya que se encuentra directamente vinculado al PVP del medicamento dispensado.
Debemos tener en cuenta que lo que cada farmacéutico va a cobrar depende del valor de la receta que se dispensa, de acuerdo a una tabla definida a tal efecto (son cortes en relación al precio del medicamento), a mayor valor, menor es el porcentaje percibido.


Ahora bien, esta propuesta se complementa con la posibilidad de sacar las insulinas del Plan MEPPES y recuperarlas en el Ambulatorio.


Es un nuevo modelo que le proponemos analizar.


¿Que pasaría si las insulinas volvieran al Plan Ambulatorios?


Las farmacias deberían comprar las insulinas en su droguería habitual y recibir por la dispensa un valor proporcional al PVP de la insulina que se está dispensando y debería ser superior al honorario actual.


La primera pregunta que surge es, si el nuevo esquema podría resultar más beneficioso que el anterior, teniendo en cuenta el capital arriesgado.


A primera vista podríamos suponer que con el modelo anterior todo resultaba más fácil, sin agrandar nuestras cuentas con la droguería percibíamos un honorario fijo, pero ese pago fue decreciendo en el tiempo, como ya vimos.


La posibilidad de mantener aquel esquema, con un nuevo mecanismo que nos permita actualizar nuestros honorarios, parece cada vez más lejana luego de la decisión de IOMA de sacar del plan MEPPES a las insulinas.


Además las autoridades provinciales actuales consideran que sacar las insulinas de MEPPES puede oxigenar el canal, dinamizando la cadena de comercialización y otorgándole a las farmacias mejor poder de compra.


Un beneficio aparte recibe el afiliado dado que se acortaran los tiempos de dispensa.


Sin embargo, a pesar de los beneficios potenciales, existe el temor de que las farmacias pequeñas y medianas vean afectadas sus cuentas con las droguerías y, pensando en la rentabilidad de sus oficinas, consideren utilizar esos fondos en otros medicamentos de mayor margen y cedan la dispensa de las insulinas a farmacias con mayor poder de financiación.


Por esa razón quienes llevan adelante las negociaciones creen imprescindible brindar opciones para el financiamiento de la compra de insulinas en las droguerías, de manera que disminuya el impacto financiero en las farmacias y evite la concentración.


Conociendo los tiempos de pago de la Seguridad Social, podríamos preguntarnos sobre los beneficios de este nuevo modelo.

Si la financiación estuviera garantizada, Usted ¿que modelo preferiría?

¿Cree que las instituciones vinculadas a nuestras farmacias (droguerías, CAFAR, colegio provincial) deberían financiar el nuevo modelo?

¿Usted que opina?

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